sábado, 2 de junio de 2007

Riesgos de las relaciones sexuales prematuras


Una de las grandes preocupaciones de padres de adolescentes está en el hecho de un posible embarazo en sus hijas o que el hijo tenga a su enamorada embarazada.

Este problema es la causa del alto porcentaje de deserción escolar e incluso de abortos en nuestro país.

Así mismo tanto las relaciones sexuales, los embarazos y los partos precoces, los abortos sin garantías de seguridad y las ETS ponen en peligro la salud y la fecundidad futura de los adolescentes.

Según la ENDES Continua 2004, el 12,5 % de adolescentes entre 15 y 19 años alguna vez estuvieron embarazadas, en el sector urbano el porcentaje es de 9,5 %, mientras que en la zona rural asciende a 20,3 %. En la selva, la cifra es alarmante, el 29,2 % de adolescentes entre 15 y 19 años alguna vez ha quedado embarazada.

¡¡¡En el Perú, de cada cinco madres gestantes, una es adolescente!!!
En el mundo, cada año se quedan embarazadas 15 millones de adolescentes (PRB/CPO, 1994). La adolescente embarazada está particularmente expuesta a sufrir enfermedades e incluso a la muerte, en gran parte porque el cuerpo de una mujer joven puede carecer de la madurez necesaria para soportar la carga del embarazo y del parto. Al llegar la menarquia, las muchachas están aproximadamente por debajo de su talla definitiva en una proporción del 4% y por debajo de su desarrollo pelviano completo en una proporción del 12%-18% (OMS, 1994b). Antes de los 20 años están especialmente predispuestas a la preeclampsia y la eclampsia, los partos distócicos y la anemia ferropénica. Las mujeres jóvenes están también más expuestas a dar a luz antes del término del embarazo (Scholl et al., 1994).
Las jóvenes con embarazos imprevistos corren a menudo el riesgo de un aborto sin garantías de seguridad (OMS/UNICEF, 1995). En 11 países africanos se ha visto que el aborto practicado por la propia embarazada o por un simple curandero constituye una opción frecuente entre las adolescentes solteras (Paxman y Zuckerman, 1987).
Las ETS y las infecciones del aparato genital son especialmente frecuentes entre las jóvenes. En Nigeria, por ejemplo, un estudio ha revelado al menos una infección genital en el 33% de las menores de 17 años sexualmente activas y en el 44% de las mujeres de 17-19 años, mientras que a partir de los 19 la proporción no pasa del 23% (Brabin et al., 1995). Las ETS no sólo provocan trastornos de la salud que privan a los jóvenes de posibilidades de educación o empleo sino que también pueden causar esterilidad.